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Que trata :

Autismo verbal, Sindrome Down, Retraso cognitivo, Incapacidad mental (CI 50-75)

Edades : 3 - 14 años 

MÉTODO FEUERSTEIN: LECCIONES DE INTELIGENCIA

Problemas de aprendizaje

MÉTODO FEUERSTEIN: LECCIONES DE INTELIGENCIA
[Revista Nro.88 Por Magdalena Pulido S.


¿Podemos ser más inteligentes? Sí, asegura el doctor Reuven Feuerstein, psicólogo rumano, experto en aprendizaje. ¿Cómo? Su teoría, que se expande con fuerza en la educación chilena, lo explica.
1948. Bajo los test de la psicología tradicional el 60% de los niños recién llegados a Israel aparecía como deficientes mentales. Provenían de las más diversas culturas y sobre ellos se asentaría el nuevo Estado.


¿Cómo podría surgir un país con una población tan limitada intelectualmente?¿Se les podía educar, hacer razonar?


Para Reuven Feuerstein, un estudioso llamado a analizar el fenómeno, responder NO era botar a estos niños y no darles ninguna posibilidad de desarrollo. Había que hacer algo y fue en esa investigación que Feuerstein descubrió el principio fundamental de su teoría: las capacidades del conocimiento son modificables y siempre pueden incrementarse. Todos pueden ser más inteligentes. Para hacer de esta aspiración algo concreto, Feuerstein ideó el llamado Programa de Enriquecimiento Instrumental (PEI). En términos simples, 300 páginas de ejercicios cuyo valor no está en entregar contenidos de enseñanza, sino en desarrollar las funciones cognitivas, en enseñar a pensar.


Resultado: los niños israelitas superaron su condición y fueron la fuerza trabajadora y gestora del desarrollo de su país. Además, con el PEI -que ya lleva más de 40 años de aplicación en diversas partes del mundo- muchos niños con Síndrome de Down, autistas o afectados por otros trastornos han salido adelante. “El cerebro es el músculo más flexible del cuerpo humano”, afirma el experto. De ahí que aun habiendo limitaciones que parecen insuperables, él prefiere sostener que sólo la muerte es irreversible. Pero Feuerstein se proyectó más allá de las personas con limitaciones; su programa también se extiende a la educación general.

Aquí el testimonio de padres, alumnos y profesores que se han hecho discípulos de este “maestro” de la educación.


Un “ángel” caído de Internet

Diego es el menor de seis hermanos, está en tercero básico de un colegio normal, pero tiene una historia que se remonta a sus primeros días de vida. Desde que se gestaba en el vientre su madre sospechaba que sería un niño distinto. “Mi señora sentía algo raro, pero explicarlo era imposible”, cuenta Rodrigo Muñoz.
Nació Diego y la idea de que había algo extraño persistía. No tomaba bien papa, dormía poco y más tarde le costó caminar y hablar. Entonces empezó la procesión: “Consultamos a muchos pediatras y neurólogos quienes nos dijeron que todo estaba bien, que los hombres eran más torpes y flojos. Incluso uno de ellos insinuó que el problema era mi señora que veía cosas que no eran así”, recuerda Rodrigo.


Entre tantos “no se preocupen”, finalmente cuando Diego tenía más de dos años dieron con el diagnóstico: disfasia mixta, es decir, un trastorno que le produciría dificultades para expresarse y para comprender el lenguaje. Con esto la procesión para encontrar los mejores especialista continuó, pero lo más duro vino al momento de buscar colegio. Según cuenta Rodrigo, “entre los llamados normales, no hubo ninguno que lo aceptara. Contra mi voluntad debimos optar por un colegio especial”.


Con esta inquietud en el alma, un día navegando por Internet Rodrigo encontró a Feuerstein. “Empecé a leer su teoría y muchas cosas me hacían sentido como, por ejemplo, que los niños con problemas no debieran ir a colegios especiales, porque ahí se les cierra la posibilidad de imitar lo que es normal”. Los Muñoz siguieron sus postulados y encontraron en este estudioso una enorme teoría que les ayudaría en el desarrollo de su hijo.


“Como padres, gracias a Feuerstein cambiamos la forma de enfrentar a Diego y también a nuestros otros hijos. No ha sido fácil, porque aunque todo parece muy obvio, llevarlo a la práctica cuesta”. Feuerstein enseña la importancia de que los padres y el ambiente, con estrategias adecuadas, enseñen a razonar. Así por ejemplo, “si le digo a Diego que ponga la mesa, en vez de decirle somos ocho, debo preguntarle: ¿cuántos puestos vas a poner?”. El objetivo de Feuerstein es el desarrollo de la lógica, llevar a los niños a pensar, a que aprendan a aprender, que internalicen métodos más que contenidos. “Los resultados no son inmediatos, pero no hay que abandonar los esfuerzos porque vemos cómo Diego ha salido adelante”.
Paralelamente, los Muñoz se dieron cuenta que debían encontrar un colegio “normal” que también se empapara de estos principios. “Fue muy difícil, hasta que ubicamos un establecimiento con un proyecto educativo inspirado en Feuerstein, el colegio San Nicolás de Myra”.


A los siete años Diego se integró a este colegio y hoy en tercero básico, pese a ser neurológicamente más inmaduro que sus compañeros, es uno más, se siente querido y feliz. Más aún, para su familia, Diego ha sido una bendición.


1, 2, 3 Déjame pensar

El Liceo Carmela Carvajal de Prat ha innovado el horario escolar. Junto a los tradicionales ramos aparecen, en séptimos y octavos básicos, unas horas con la sigla PEI.

Tal como tienen clases de castellano, matemáticas o biología, las alumnas de este liceo santiaguino hoy están haciendo página a página los ejercicios del Programa de Enriquecimiento Intelectual, ideado por Feuerstein.

Organizadas en grupos reciben una carpeta que, con el título “1, 2, 3... Déjame pensar”, las ha llevado a desarrollar fases del pensamiento e ideas como la importancia de la recolección de datos, la elaboración de estrategias y las respuestas bien estructuradas. Son las clases que enseñan inteligencia, análisis y capacidad de razonar.

El programa parte con ejercicios orientados a la modificación de la impulsividad y de ahí el título que alude a la necesidad de un espacio antes de actuar. Las alumnas de octavo ya llevan un año impregnándose con estos conceptos y ellas mismas se dan cuenta que han aprendido útiles herramientas que no sólo les sirven en la vida escolar, sino también en la rutina diaria.

Ellas toman la palabra:

Catherine: “Es entretenido y lo que más he aprendido es a ser menos impulsiva y menos egocéntrica”.
M. Isabel: “A veces los ejercicios son muy repetitivos y monótonos, pero hemos aprendido a pensar bien. Por ejemplo, al enfrentarme a una prueba ahora leo mejor las preguntas, recojo a conciencia los datos y respondo mejor”.

Silvia: “Lo bueno es que ya el 1, 2, 3… es algo que internalizamos en nuestras vidas, naturalmente”.
Natalia: “Lo que más me ha gustado es que motiva nuestra iniciativa, es decir, aprendemos o inferimos cosas por nuestros medios”.

De estas lecciones no han faltado las anécdotas o más bien alguno que otro problema con los adultos que no conocen el mundo Feuerstein.

“Señorita, esto no me está sirviendo” –alegaba una de las alumnas a su profesora de PEI-. “Ayer entró mi papá a mi pieza y me hizo una pregunta. Antes de responder le dije: déjame pensar, pues yo sabía que mi antigua impulsividad nos habría llevado a una discusión. Sin embargo, mi papá indignado consideró mi actitud como una falta de respeto”.

Según Mónica Reyes, jefe técnico de la implementación de este programa, el problema es que vivimos en una cultura en la que estamos acostumbrados a la inmediatez y que alguien pida un espacio para pensar, nos parece, por decir lo menos, una burla. “Por eso es que junto con enseñar a las alumnas, debemos preparar a todos los profesores y a los padres para que comprendan y faciliten ambientes que enseñen a pensar”. Para esto, según la educadora les ha faltado tiempo, “pero estamos contentos porque vemos que es una experiencia fuerte y un cambio real que fortalece a nuestras alumnas. Se manejan mucho mejor en la escuela, en la relación con los papás, y en general vemos cómo aprenden pautas de comportamiento que les sirven y les permiten solucionar problemas sin llegar a conflictos”.

Una de las alumnas cuenta: “Como aprendemos a elaborar estrategias, hemos también aprendido a entendernos mejor con nuestros padres. Así, yo que nunca había tenido permiso para ir a una fiesta el otro día lo logré y sin dramas”.

Profesores y algo más

En entrevista con Patricia Merino, directora del colegio San Nicolás de Myra y con su padre Federico, presidente del mismo, conversamos sobre el impacto que tiene en los profesores el método Feuerstein.

¿Por qué deciden tomar con tanta fuerza los postulados de este educador?

P: Todo comenzó cuando habiendo formado este colegio, una de nuestras profesoras tuvo un hijo con Síndrome de Down. Vimos la necesidad de educarlo y nos embarcamos en el desafío integrando un niño con dificultades por curso. En eso mi padre entró a estudiar a la U. Diego Portales la propuesta de Feuerstein y cuando terminó me dijo: “Esta es la metodología que nos permitirá sacar adelante no sólo al niño con problemas, sino que también a todos sus compañeros”.

¿Qué cambio trae esto en los profesores?

P: Aquí todos, desde el portero hasta yo como directora, debemos impregnarnos de la idea de que cada niño es diferente y de que puede cambiar, en el sentido de pensar mejor. Para eso el docente tiene que ser una persona carismática, debe ser un mediador.

¿En la práctica qué significa ser mediador?

P: Significa que aquí el profesor no puede como a la antigua pararse frente al curso y ser un mero transmisor de instrucciones y soluciones. Ahora, debe tener claro cuáles son las funciones cognitivas que hay que desarrollar en cada niño, de manera que aprenda a pensar y pueda ser un gestor activo de su aprendizaje. Con este sistema cada uno desarrolla sus propias potencialidades, lo que se ha visto reflejado en los excelentes resultados de las pruebas de medición y de la PAA.

¿Podrían explicarlo más?

F: Aquí los profesores jamás pueden tomar al niño como un ente pasivo aceptante, es decir, como un vaso al cual se le echa agua. Por el contrario, deben considerar que cada alumno tiene un potencial que le permite al ser mediado explicitar sus capacidades.

Un ejemplo…

F: Hay muchos y no sólo en la mediación de la asignatura, sino que también en el trato cotidiano . Por ejemplo, si la profesora tiene dos hojas dice: “necesito cinco, ¿me traes las que faltan?”. Con esto es el niño el que debe determinar el número de hojas que debe traer. La idea es siempre -a través del desafío y de la creatividad- tratar de desarrollar su aspecto cognitivo.

Sólo la muerte es irreversible

Los cromosomas, aunque determinen la más severa de las limitaciones, no tienen la última palabra, dice Feuerstein. “No debemos consentir que un solo niño quede en su situación actual”, agrega.
Es lo que les vino como anillo al dedo a la Escuela Municipal para alumnos especiales “Estrella de Belén”, de Talagante.

María Ester Cárdenas, jefa técnica de la Unidad Técnico Pedagógica, cuenta que los niños de la escuela son otros desde que empezaron con la implementación del PEI. “Antes eran apagados, no hablaban, uno les preguntaba algo y no respondían. Ahora son capaces de mantener una conversación y pese a ser niños con las más diversas enfermedades mentales uno ve que están contentos y son felices”.

Agrupados en distintos niveles y tan concentrados como cualquier niño sin problemas, trabajan en los ejercicios de PEI y son los primeros en darse cuenta de sus avances.

Fernando tiene Síndrome de Touret y aunque cuesta mantener un diálogo con él, -porque en sus sueños de ser periodista es él quien nos interroga a nosotros-, cuenta que le encanta lo que ha aprendido con el PEI: “me entretiene mucho y estoy contento”.

El caso de Leandra así también lo demuestra. “Al principio no me sentía capaz de hacer estos ejercicios. Ahora estoy contenta porque me la pude, he aprendido a desarrollar la inteligencia, a pensar y sé que puedo lograr mucho más”.

Bernardita también sorprendió con sus avances. En una reunión con toda la escuela y frente a un considerable público dio gracias por la oportunidad que se le había dado y habló de sus avances gracias a Feuerstein.

Muchos de estos niños después de años de aplicación del PEI, efectivamente han subido su nivel intelectual. Obtienen el reconocimiento de estudio hasta octavo básico y un grupo importante se desempeña laboralmente en conocidas empresas del sector.

Están felices y son tales los logros que han visto que, entre bromas, María Ester dice: “Si hasta puede que Feuerstein nos deje sin pega, porque estos niños avanzan considerablemente”.

Con orgullo, agrega que no puede dejar de contar una anécdota. Hace un mes recibieron la visita de un colegio normal particular que venía a un encuentro deportivo. “Sin embargo, llegaron en un día en que había PEI y yo dije que eso era imposible de suspender, pero que los invitaba a participar en él. Les fotocopiamos las actividades y los dividimos mezclándolos con nuestros alumnos. Resultado: a las visitas les costó mucho más resolver las páginas del PEI y eran nuestros niños quienes los ayudaban diciéndoles: es que fuiste impulsivo, no recogiste los datos. Fue increíble”.

En la escuela “Estrella de Belén” ya llevan cinco años implementando las teorías de Feuerstein y la experiencia ha sido tan buena que: “perdonen mi expresión pero yo amo a Feuerstein”, concluye María Ester.


En cinco puntos clave


Reuven Feuerstein nació en Rumania, es psicólogo, discípulo de Jung y de Piaget, fundó el Centro Internacional de Desarrollo del Aprendizaje en Israel, y trabaja por dar un giro en la educación.
A los ocho años Feuerstein ya tenía alumnos a los que enseñaba a leer la Biblia.

Fue el inicio de una trayectoria profesional, de donde nacieron importantes postulados:

1. Nueva concepción de inteligencia: La inteligencia es la capacidad de cambio. Y este cambio es posible gracias al adecuado otorgamiento de experiencias de aprendizaje que apunten a desarrollar las funciones del pensamiento. En simple, una correcta experiencia de aprendizaje es la que tiene un niño, por ejemplo, cuando la mamá le dice: hace frío, cierra la ventana. Se desarrollan funciones del pensamiento como la relación. Por el contrario, cuando solamente se dice cierra la ventana, eso no es posible.


2. El mediador: De acuerdo a lo anterior figuras como los padres y profesores, son claves para mediar y dar las correctas experiencias de aprendizaje de manera que haya un cambio de la inteligencia.


3. Nuevo sistema de evaluación, LPAD: Éste evalúa la capacidad de cambio que tiene el individuo, la propensión al aprendizaje que tiene y cuál es el tipo de experiencias de aprendizaje que necesita para que ese cambio efectivamente se produzca.


4. El Programa de Enriquecimiento Intelectual, PEI: Es “el libro de ejercicios” creado para desarrollar las funciones del pensamiento como son relacionar, definir, comparar... Es la herramienta que enseña a pensar.


5. Los ambientes activos modificantes: Las funciones del pensamiento no sólo se desarrollan con el PEI, sino que también es posible potenciarlas asegurando que todos quienes nos rodean generen ambientes que otorguen experiencias de aprendizaje. Que sean ambientes de desafío, de interacción, de creatividad…

Programa basico 1

Programa basico 2

Caso tratado con Metodo Dr. Feuerstein.

Niña de 10 años con daño cerebral (epilepsia) CI 51.

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